Los chicos de Uwe Neuhaus han hecho una primera parte de escándalo frente a uno de los candidatos al ascenso, el Fortuna Düsseldorf. Excelente presión que acosó no dejó jugar en los primeros 45 minutos al F95 y que derivó directamente en el gol que permitió al conjunto capitalino marcharse al descanso con un gol de ventaja, renta que se antojaba corta.
Tras el intermedio, el físico local empezó a bajar enteros, pero Nemec cazó un balón tras una espléndida falta lateral de Torsten Mattuschka para poner el segundo de la noche para su equipo y en su cuenta particular. Primera hora de partido redonda. Y es este punto de inflexión el que da lugar al título del post.
Nemec puso los goles de un inestable pero ilusionante Union Berlin | Foto: Picture Alliance |
Mike Büskens optó por agotar los cambios en el minuto 65, como agotados estaban los berlineses tras semejante paliza. El equipo retrocedió 20m, trazó un repliegue intensivo que, en jerga de bar furtbolero, se suele denominar poner el autobús. Y todos sabemos que pasa cuando pones el autobús durante un tercio de partido; suele salir mal.
Bellinghausen recortó distancias tras un no-control de Pfertzel y la posterior definición. Ya estaba liada. El siguiente cuarto de hora se transformó en un acoso y derribo a la puerta de un Haas que tuvo que meter una mano antológica a Reisinger en el descuento. La experiencia es un grado. Lo puso en la mesa el Colonia hace un par de semanas, lo repitió el Gruether Fürth en su primer mes liguero y lo ha contrastado el Fortuna Düsseldorf, que apunto estuvo de cargarse al Union tras una actuación sobresaliente.
Pequeños detalles como este son los que hacen dudar de este proyecto venido de la capital alemana. Acciones individuales que sacan las castañas del fuego al equipo en momentos clave -justo lo que el Paderborn no tiene-. De momento no ha tenido repercusión directa en el resultado. Hasta entonces, sigamos disfrutando del equipo más atractivo de una 2.Bundesliga que promete y mucho.
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